Unidad II: ROMANTICISMO EUROPEO



 

LA REBELIÓN DE LA SUBJETIVIDAD





EL CONCEPTO DE ROMANTICISMO



El término inglés comenzó a usarse en la segunda mitad del XVII y designaba las aventuras de los viejos romances (las novelas de caballería, pastoriles, y las narraciones de los trovadores). Hace referencia a lo imaginario y, por ello, se llamó poco después "romántico" a lo fantástico. 




Füssli, Pesadilla



Como ideal estético, el término es usado por Friedrich Schlegel en 1798, en la revista Athenaeum. Pero a partir de 1799 se separa de su sentido etimológico, y comienza a ser difundido por Europa por los partidarios de lo moderno frente a lo antiguo, frente al estilo clásico. 

El Romanticismo es un movimiento histórico-artístico, cuyos rasgos más sobresalientes suelen ser entendidos como los presentamos a continuación. El Romanticismo suele ser entendido como la otra cara de la Ilustración, aunque también puede ser entendido como el fondo inevitable de la misma. El concepto es complejo. 


Samuel Colman, Vor dem Weltuntergang, 1837.




Designa no sólo una etapa histórica concreta, sino también una constante de la vida de la humanidad. Hay, pues, un "romanticismo histórico" y un "romanticismo eterno". En el primer sentido, es una etapa del espíritu europeo, que abarca entre 1780 y 1830 aproximadamente, en que la vida del hombre presenta ciertas tendencias, nacidas sobre todo del hundimiento de los ideales de la Ilustración y la revolución y de la profunda desilusión que sigue a ese hundimiento. Algunas de esas tendencias son: 





· La exaltación de lo inconmensurable e infinito. 


· La preocupación por las ciencias del espíritu frente a las ciencias de la naturaleza. Tendencia a concebir la naturaleza de acuerdo con las ciencias del espíritu.


· La afirmación de la intuición, del sentimiento y de lo trágico. Importancia de la emoción y de la estética. Presencia de lo negativo, lo demoníaco y la ironía.


· El individualismo y el ansia de libertad.


· La exaltación del pueblo y de la nacionalidad. Vuelta al pasado y reivindicación de la tradición. Con ello se une el interés por la historia y, en particular, por ciertos períodos de la historia como la Edad Media.




Pero también se puede decir que algunas de esas tendencias se dan siempre en el espíritu humano, que, independientemente del lugar de que se trate, aparece de cuando en cuando la afirmación de lo instintivo, la exaltación de lo fáustico a costa de lo racional, etc. En Europa, lo romántico aparece cuando se hunden los ideales de la Ilustración. Pero siempre está presente como disposición del sentimiento del hombre hacia la angustia y la nostalgia, como sentimiento de extrañeza ante lo familiar, ante el lugar que uno ocupa en el conjunto de lo que hay. 

















Antes del Romanticismo hubo un "prerromanticismo" como ya vimos en páginas anteriores. El mismo, en la segunda mitad del siglo XVIII reacciona contra el triunfalismo de la razón sobre el sentimiento. El prototipo fue J.J. Rousseau, pero se trataba ante todo de una evolución de la sensibilidad reflejada sobre todo en un cambio en el gusto literario. Aquí encontramos ya algunos de los rasgos que hemos resaltado antes:

·La evocación de un mundo distinto, el amor, los derechos del corazón.

· La melancolía, convertida en el mal del siglo, y entendida como un profundo sentimiento de discordancia, de desacuerdo entre lo interior y lo exterior, de aislamiento, de desarraigo.

· El sentimiento religioso (más allá de lo institucional) y la nostalgia del pasado. El pasado como patria ideal que una vez fue y que puede volver a ser recuperada. Esta tendencia permitió redescubrir artística, literaria y culturalmente la Edad Media.






Pero, además, el Romanticismo tiene un estrecho contacto con la Revolución. El Romanticismo tiene presencia en la Revolución Francesa, en las guerras napoleónicas y en las sacudidas revolucionarias de 1830 y 1848. Aquí encontramos una relación esencial entre el Romanticismo y el Siglo de las Luces, pues en cierto sentido aquél surge del replanteamiento de la herencia filosófica de la Ilustración que apareció ya entre 1780 y 1790 con la crisis del racionalismo. Las malas consecuencias de la Revolución Francesa contribuyeron en buena medida a poner en crisis a la razón.