UNIDAD I. S.XVIII

Entre la Razón y el Sentimiento 

CONCEPTO DE ILUSTRACIÓN

El ciudadano, el ilustrado, la enciclopedia y el libertino


La Ilustración fue un fenómeno cultural que se desarrolló a lo largo de toda la geografía europea y americana (en esta época bajo dominio de diferentes imperios coloniales europeos), afectando a la práctica totalidad de las parcelas sociales, políticas y culturales del mundo del siglo XVIII. Es evidente que este movimiento no tuvo la misma importancia en todas las naciones europeas, comportándose algunas naciones como aportadoras constantes de nuevas ideas, mientras que otras se limitaban a seguir, de cerca o de lejos, las innovaciones que se iban produciendo en esos países. Si tuviésemos que establecer una clasificación de los países "mas ilustrados", a la cabeza de la misma se encontrarían, por diversos motivos: Francia, Alemania e Inglaterra.


Se rechazaba todo tipo de dogmatismos y, debido a ello, se buscaba desplazar de las esferas de poder a la aristocracia y la iglesia. 

La PALABRA ILUSTRACIÓN: En español el término procede del francés Illustration,  que en alemán se llamó Aufklärung  y en inglés Enlightement,  en ambos casos podría traducirse como 'iluminación', en el sentido de 'hacerse la luz'.


 Kant: ¿QUÉ ES LA ilustración?


La Ilustración es la salida del Hombre de su autoculpable minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo es el culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor para servirte de tu propio entendimiento! He aquí el lema de la Ilustración.

Inmanuel Kant


Otros vínculos (links) para ver y leer

Kant, la experiencia posible y la experiencia imposible y La aventura del pensamiento
 


Características a tener en cuenta: 

ILUSTRACION/ NEOCLASICISMO / PRERROMANTICISMO


En historia de la cultura, se denomina Ilustración a la ideología innovadora del Siglo XVIII cuyas principales características son:


Racionalismo: 
Este hecho favorecerá el desarrollo del pensamiento científico.

Empirismo:
 frente a cualquier forma de imposición intelectual que pretendiera estar en
posesión de la verdad, los ilustrados contrapusieron la experimentación

Criticismo: 
el ilustrado aspira a someter a crítica racional todo el conocimiento anterior.

Deseo de conocimiento: 
Esto último explica la aparición de uno de los grandes proyectos
de la época: la Enciclopedia Francesa.

Utopismo: 
se cree que la aplicación de la razón a todos los aspectos de la vida humana
permitirá una mejora constante de la sociedad y un progreso económico y cultural
ilimitado.

Progreso y felicidad: 
Deriva y es la causa del carácter anterior.

Reformismo: 
para lograr el objetivo de conseguir el progreso del ser humano, los
ilustrados proponen modernizar la sociedad mediante lentas reformas que serán llevadas
a cabo por reyes y gobiernos de carácter absolutista.




LA ILUSTRACIÓN Y EL NEOCLASICISMO:
LIBERTAD, PERO NO TANTA...







Estamos en el apogeo de la diosa Razón. Se ponen en tela de juicio todas las creencias. Los filósofos rechazan las respuestas religiosas o metafísicas, hasta aquí aceptadas por la autoridad de la tradición. Es época de fermentos revolucionarios, que estallarán hacia fines de siglo en América del Norte y Francia, y luego recorrerán como un reguero de pólvora  en España, el resto de Europa y América latina.














ACADEMICISMO: Paradójicamente, este espíritu racionalista, experimental y libertario se manifestará como academicismo en el ámbito de las artes, que se subordinan, en pos de un ideal clásico, a los preceptos y reglas impuestos por las academias, durante el apogeo del neoclasicismo. Todo eso hace que escribir sea un arte de reglas definidas y lenguaje cuidado, por el que se encargan de velar las Academias de la Lengua surgidas a imitación de la francesa en distintos puntos de Europa, como Berlín (1700), Madrid (1713), Rusia (1725). Va a ser, también, un arte combativo al estar cargado de ideas y realizado por unos escritores con gran conciencia individual de ser mensajeros de un nuevo mundo. Gozarán, además, de creciente relevancia e influencia social, al tiempo que, por la alfabetización, el aumento de lectores mejora su economía.







PRECEPTIVA: En este período, la labor erudita y crítica supera ampliamente la propiamente literaria. El modelo de escritura se ciñe a normas y preceptos. El ideal es el del "buen gusto", y Francia, el modelo. Para lograrlo, es necesario seguir los postulados retóricos de Aristóteles y Horacio, tal como han hecho los franceses. En La poética, de Ignacio de Luzán, publicada en 1737, se abordaban estos asuntos que, además, suponían la contraposición del neoclasicismo con el barroco . Se coloca en primer plano junto a la claridad y la sobriedad del lenguaje, la regularidad métrica y el contenido moral, filosófico...



En realidad, y con objeto de evitar los enfrentamientos con los dogmas religiosos dominantes en la España de aquel tiempo, las teorías racionalistas nunca pasaron de moderadas, excepto en el terreno de lo satírico.







LA FÁBULA: La confluencia entre las ideas y la literatura, el didactismo y la crítica, el neoclasicismo y el espíritu enciclopedista, aparece patente en un género secundario y muy característico de la época, como es la fábula , entre cuyos cultivadores destacan Félix María Samaniego y Tomás de Iriarte . Escrita mayoritariamente en verso, la fábula fue muy del gusto ilustrado por su contenido moralizante y el origen popular de algunas de ellas. El género había conseguido un punto culminante con la obra de La Fontaine, que sirve de modelo, junto con otras del acervo clásico, a Samaniego (1745-1801) para escribir sus Fábulas morales aparecidas en 1781, un año antes que las Fábulas literarias de Iriarte (1750-1791).







LA NOVELA Y LA SÁTIRA: La prosa se va a desarrollar fundamentalmente en Inglaterra y entre los distintos géneros destacan la sátira y la novela. Con la sátira se pretende alcanzar lo que las instituciones no logran, al tiempo que permite a sus autores introducir la ironía, enriquecer el estilo y desdoblar en dos planos los significados e intenciones. Una de las plumas más notables en este arte fue Swift (1667-1745), irlandés que dedica su esfuerzo literario a ridiculizar cuanto considera pretencioso religiosa, filosófica o científicamente, sin olvidarse de los falsos intelectuales. Y lo hace siguiendo un método peculiar que él mismo expuso en "Modesta proposición para evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o para el país" (1729). Se trataba de simular conformidad con sus oponentes para que ellos la tengan con él cuando reduzca al absurdo su caso. Esto es lo que hace en los famosos Viajes de Gulliver, donde ridiculiza los usos humanos y las costumbres de la época. En ellos asoma, de algún modo, la idea roussoniana de la sociedad como corruptora, pero sin llegar a proponer la redención por la naturaleza.



La novela, por su parte, consiguió culminar en el siglo XVIII el renacer iniciado en la centuria anterior, estableciéndose en Inglaterra como la mayor forma artística. Dentro de ella hay varios estilos: didáctico, burgués, picaresco y filosófico. La producción didáctica alcanza su apogeo en Robinson Crusoe (1719), de Defoe (1660-1731), que obtuvo pronto gran popularidad. Escrita en estilo directo, la obra, que el Emilio, de Rousseau, tenía como libro de cabecera, no es, sin embargo, un canto a la Naturaleza, sino a la Razón y a la capacidad del hombre para cambiar aquélla siguiendo los dictados de ésta.



La novela burguesa satisface la demanda de un público que no comulga con la definición de la literatura como algo útil y busca para entretenerse algo más sólido que los ensayos periodísticos.



Francia fue, asimismo, la cuna de la novela filosófica. Su creación se atribuye a Voltaire. Las producciones volterianas de este tipo fueron: Zadig o el destino (1747), Cándido o el optimismo (1759) y El ingenuo (1767). En las dos primeras las protagonistas son víctimas de las desgracias, la injusticia y la incomprensión; la última es una crítica de la sociedad europea, en general, y la francesa, en particular, a través de la figura, tan grata a la época, del salvaje.



Un apartado merece la Novela gótica. Se generó también en el siglo XVIII y se caracteriza por el exotismo romántico y la ambientación de la arquitectura gótica: ruinas, castillos, iglesias, etc. H. Walpole con su novela El Castillo de Otranto es el fundador de este tipo.







EL PRERROMANTICISMO: Sin embargo, hija del espíritu librepensador del siglo, comienza a dibujarse una tendencia que culminará en el primer tercio del XIX. En efecto, hacia la segunda mitad del siglo XVIII se percibe, en el arte y el pensamiento, el desarrollo de una sensibilidad y una emoción diferentes.



En Inglaterra y Escocia, de manera temprana (1700), aparecen una serie de ensayos donde se introduce una nueva orientación filosófica y estética opuesta al modelo racionalista y al neoclasicismo. A partir de este momento, se genera una corriente renovadora, aunque discontinua, que gestará una poesía distinta.



Con ella, vía James Mac Pherson y sus apócrifos escritos de Osián, el legendario bardo gaélico, se incorpora al gusto de la época lo medieval (remoto y lejano), junto al versolibrismo que quiebra las rígidas estructuras métricas del poema clásico.



Mientras tanto, en Alemania, alrededor de 1770, se produce un movimiento denominado Sturm und Drang, "tormenta e ímpetu", al que adhirieron jóvenes escritores provenientes de amplios sectores sociales y geográficos de la nación.



Estos escritores se nuclearon en torno de  Johann G. Herder, y figuraron entre sus filas autores de la talla de Goethe y Schiller, quienes en sus primeras obras participaron del ideario común.  El Sturm und Drang sostiene que "la poesía es la lengua materna del género humano" y se opone a un arte que siga cánones fijos de belleza. En materia artística, únicamente aceptan los principios inherentes a la creación, donde sólo tienen cabida los impulsos del genio (sinónimo de artista) y de la inspiración, que no están gobernados por leyes externas. Revalorizan, también, la poesía popular y tradicional, el vínculo del hombre con la naturaleza, y el teatro de Shakespeare, a quien consideran un verdadero genio injustamente execrado por los iluministas.



Finalmente, es importante destacar en Francia, la notable influencia ejercida por los escritos de Rousseau, que junto a su peculiar sensibilidad y sentimentalismo, desarrolló la idea de la bondad innata del hombre que crece en contacto con la naturaleza, de la cual aprende, y el carácter maléfico y corruptor de la sociedad.







Resumir:







Academicismo:

Preceptiva:

La Fábula:

La Novela y la sátira:

El prerromanticismo:


Repaso general de la Unidad